La verdad es que llevamos ya mucho  tiempo (en Luarna casi tres años) pegándonos todos los días con la  realidad del libro digital y reflexionando acerca de lo que supone este  fenómeno. Y, por supuesto, cada día se te muestra una nueva perspectiva  del asunto.
Cuando comenzamos nuestra andadura lo  hicimos como editorial netamente digital y pensamos que ese era un  camino válido y que el futuro de la edición pasaba claramente por ahí.  Nunca editamos en papel y siempre hemos defendido que en la edición  digital estaba el futuro del libro. Siempre nos hemos basado en que  todos los contenidos de ocio se estaban digitalizando ya (música, cine…)  y que el libro no se iba a sustraer a esa tendencia.
Y es cierto que se ha avanzado mucho y que a  nivel internacional (no hay más que observar el mercado USA y la  preeminencia de Amazon) la vertiente digital de la edición va tomando  cada vez más relevancia. Sin embargo, hay una faceta que se nos escapó  entonces, y que hoy se nos aparece con una intensidad absoluta, y es que  para que un libro digital se venda tiene que existir y ser popular la  versión en papel del mismo. Hasta ahora que yo conozca no existen casos  de éxito de publicaciones sumamente populares con edición solo en  digital.
Y es que la música y el cine llegan al  público por canales analógicos como son los conciertos o las salas de  exhibición, pero el libro, si solo es digital, llega a través de esa  gran tela de araña que es Internet, donde la difusión es multitudinaria y  confusa, la oferta extravagantemente extensa y las posibilidades de  potenciar una obra o un autor no demasiado relevantes. Si imagináramos  un mundo donde solo se diera la edición digital, en este momento  tendríamos una tan enorme cantidad de oferta que el elemento concreto  pasaría desapercibido en esas enormes maquinarias que son Google, Amazon  o Apple. Y es que Internet es de la masificación, de las grandes  compañías de éxito internacional pero poco de la valoración de los casos  concretos. Sí, todos hemos oído hablar de ese colega que colgó un video  en Youtube y tuvo millones de visualizaciones o lo contrató Hollywood o  no sé qué gaitas. Pero la realidad es que en este momento si no  existieran aún los canales analógicos, los estrictamente digitales no  lograrían lanzar a grandes conjuntos de obras y autores por el camino  del éxito.
Muchos que lean esto, y que conozcan mis  argumentos y puntos de vista anteriores, pensarán que he perdido la  cabeza o que me ha atacado el Alzheimer de repente. Es posible, quizá  sea el cansancio del tiempo y los caminos equivocados. Pero hoy, 22 de  septiembre a las ocho de la noche aprox. creo que en este momento no es  posible aún la popularización de una obra si solo se la edita en  digital. Por eso solo las editoriales tradicionales, las de toda la  vida, las que editan en analógico y ahora lo pasan a digital tienen  oportunidades. En Luarna, desde este perspectiva (no desde otras  afortunadamente) equivocamos el camino en su día y no queda otra que  confesarlo. Quizá en el futuro esto sea posible, ahora no lo es.
Pues estoy de acuerdo en algunas cosas, pero creo que parte de un punto de vista equivocado en mi humilde opinión. Y es, que entiende por "exito" en este caso. Si es retirarse el autor y la editorial con un bombazo, exagerando claro, pues posiblemente tenga razón. Pero eso solo demuestra que siguen pensando en terminos tradicionales.
ResponderEliminarSi asumimos que los tiempos cambian y que quizás hay modelos de negocio y de hacerse rico que llegan a su fin tal y como lo conocemos la cosa es distinta. Hoy un éxito puede ser vender en digital un determinado número de libros, que no lleguen ni por asomo a lo que en papel se daba antes. Pero en este caso quien se beneficia y quien sale perjudicado es un tema muy amplio y discutible y sobre el que se está hablando mucho sin llegar a ningún lado.
Quizás internet y lo digital nos de a los lectores que nos gusta elegir y decidir que queremos leer, la posibilidad de hacerlo no solo con los textos que las editoriales deciden publicar y publicitar.
En el mercado de juegos, ya hay juegos que simplemente están en descarga digital, como Angry Birds por ejemplo, ha sido numero uno en ventas, y si ha dado mucho dinero a sus creadores. Creo que los libros digitales son aun demasiado caros, i seguramente la culpa la tienen las copias del mismo libro en formato tradicional, y su precio.
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