Pixel Qi es una de esas compañías empeñadas en traernos, más pronto que tarde, una nueva tecnología de pantallas a color en nuestros tablets y/o ereaders.
Actualmente existen dos líneas principales de trabajo para lograrlo, uno son las pantallas de tinta electrónica a color como las del Jetbook Color; otras las pantallas mixtas LCD-tinta, que buscan aunar ambas tecnologías cogiendo sus puntos positivos (menor consumo, colores brillantes, iluminación) campo en el que se englobaría las pantallas Mirasol (aunque por ahora con un éxito muy limitado) y donde podemos incluir las pantallas de Pixel Qi.
Y es que Pixel Qi está trabajando en una tecnología que permite visualizar correctamente las pantallas LCD bajo el sol, para ello creando paso a paso todas las capas
de la pantalla desde las máscaras, películas ópticas e incluso la
retroiluminación, además de incrementar la saturación de color.
Dichas nuevas pantallas serán de 10" y con una resolución de 1280 x 800 (superior a las de algunos modelos que poseen actualmente 1024x600). Por supuesto no hay ni fecha de salida al mercado, ni precio. Veremos en que se queda finalmente...
Como dice la reportera, difícil de reflejar en el vídeo la calidad de la imagen.
ResponderEliminarEn cualquier caso tiene muy buena pinta. El primero que consiga meter esa pantalla en un lector tipo Kindle DX a un precio razonable se hace con el mercado académico.
Hola. Como todavía seguidor de las andanzas y "novedades" de Pixel Qi, sólo os puedo recomendar que esperéis sentados. Van para 3 años de "próximamente podréis comprar un producto con pantalla 3Qi.
ResponderEliminarEl historial en tinta-e es tan contundente como demoledor al respecto: docenas de promesas que seguimos esperando
Muy recomendado el blog de Tinta-E.
EliminarDesde hace como mínimo 1 año y medo que se pueden comprar tablets con pantalla PixelQi, y ahora hay como mínimo 12 dispositivos que la usan.
EliminarA fuerza de anunciarlo, seguro que algún día acabarán sacándolo al mercado (si no quiebran antes o se aburren los inversores de poner pasta, claro). En todo caso, la comunicación corporativa de esta empresa no puede ser más desastrosa. ¿Habrá alguien por ahí que todavía siga creyendo en sus promesas sin fecha de caducidad? En fin, una lástima, porque como dice Manuel un producto como éste podría revolucionar el mercado, al menos el académico y probablemente también el profesional y parte del doméstico.
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